Mindfulness, significa prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.
Este tipo de atención nos permite aprender a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora, en el presente. Es una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, dándonos la oportunidad de trabajar conscientemente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdidas o con los desafíos de nuestra vida. En contraposición, una vida en la que no prestamos atención (“Estar en piloto automático”), en la que nos encontramos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que aún no ha ocurrido, nos conduce al descuido, el olvido y al aislamiento, reaccionando de manera automática y poco adaptativa.
La atención plena nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno, atendiendo de forma integral a los aspectos de la persona: cuerpo, mente y espíritu. La práctica de esta atención abre la puerta hacia nuevas posibilidades, nos trae al aquí y al ahora, nos invita a vivir una vida de manera plena y en el presente.
El Programa de Reducción de Estrés Basado en Mindfulness (MBSR) fue introducido en 1979 por Jon Kabat-Zinn y sus colaboradores del Center for Mindfulness – University of Massachusetts (Boston, USA), con el objetivo de apoyar a personas en la reducción del estrés asociado a diferentes condiciones médicas.
Desde entonces su aplicación se ha extendido a múltiples escenarios, ayudando a miles de personas a incorporar prácticas y actitudes que les permiten desarrollar una respuesta diferente ante el estrés y experimentar una mayor sensación de tranquilidad, bienestar y equilibrio.
Se han realizado numerosos estudios sobre los beneficios del mindfulness en la menopausia. Revelaron que “estar presente o ser consciente” es útil para las mujeres perimenopáusicas estresadas con irritabilidad, nerviosismo, dificultad para conciliar el sueño y desesperanza.
El entrenamiento MBSR mejoró la capacidad de los participantes para lidiar con los síntomas que surgen en el cuerpo durante un sofoco. Carmody J et al., Realizaron un estudio piloto de MBSR para los sofocos y los resultados mostraron que los puntajes de las mujeres en las medidas de calidad de vida aumentaron significativamente y la ocurrencia promedio de un puntaje de severidad de los sofocos por día se redujo al 40% durante 11 semanas del período de tasación. Un estudio realizado concluyó que las mujeres posmenopáusicas con dificultades para conciliar el sueño son menos conscientes que las mujeres menopáusicas sin irregularidades del sueño.
El Centro Médico de la Universidad de Massachusetts informó una reducción del 40% en los síntomas vasomotores como sofocos y sudores nocturnos entre los participantes después de asistir a la sesión MBSR. Las mujeres menopáusicas también informaron que después de asistir al programa MBSR, sus síntomas les molestan menos, lo que mejora su sensación de bienestar.
Bibliografía: TIMI THOMAS, NeeTHA KAMATH, AjAy KuMAr, Mindfulness and Menopause- A Review, Journal of Clinical and Diagnostic Research. 2020 Jul, Vol-14(7): QE01-QE03
JORGE FRANCO, www.menteaprende.com